5.3. DIVERSIFICACIÓN DE RIESGOS


La gestión de riesgos consiste en repartir el riesgo entre distintos elementos, de manera que las probabilidades de perder o ganar se compensen, minimizando así el impacto negativo de algún evento imprevisto en uno de los elementos.

Sigue la máxima: «no poner todos los huevos en la misma cesta».


En el ámbito económico-financiero, se pueden diversificar riesgos en los siguientes campos:

  • Diversificación por activos: Combinar diferentes tipos de inversiones como acciones, bonos, bienes raíces o inmuebles y materias primas.
  • Diversificación sectorial: Invertir en empresas de diversos sectores económicos como tecnología, salud, finanzas y energía.
  • Diversificación geográfica: Distribuir inversiones en diferentes países o regiones para aprovechar distintas etapas del ciclo económico.
  • Diversificación por tamaño de empresa: Incluir en la cartera empresas grandes, medianas y pequeñas para equilibrar estabilidad y potencial de crecimiento.
  • Diversificación por divisas: Adquirir activos en diferentes monedas para reducir el riesgo cambiario.
  • Diversificación en la producción: Esta estrategia implica que una empresa amplíe su gama de productos o servicios para reducir la dependencia de una sola línea de producción.

Puedes ver el vídeo del apartado:


En el siguiente documento tienes una ficha de ejercicios para trabajar el apartado: