W. Chan Kim y Renée Mauborgne acuñaron los términos océano rojo y océano azul para denotar el universo del mercado.
Los océanos rojos son todas las industrias en existencia hoy en día, el espacio conocido del mercado donde se definen las fronteras de la industria y las compañías tratan de rebasar el desempeño de sus rivales para tomar una mayor participación del mercado existente. La encarnizada competencia vuelve sangriento al océano rojo. De ahí el término océanos “rojos”. Allí la diferenciación no existe y hay que competir vía precios.
Los océanos azules denotan a todas las industrias que no existen actualmente, es decir, el espacio de mercado desconocido, inexplorado y no tocado por la competencia. Al igual que el océano ‘azul’, este espacio es vasto, profundo y poderoso en términos de oportunidades y crecimiento rentable. Es allí donde existe una oportunidad de mercado por explotar, diferenciándonos de nuestros competidores.
La tabla siguiente resume las características distintivas de competir en océanos rojos (Estrategia del Océano Rojo) versus crear un océano azul (Estrategia del Océano Azul).

Visualiza el siguiente vídeo e indica tres ejemplos de océano azul que existan en la actualidad:
Para diseñar la estrategia de océano azul en un sector debes hacer un cuadro estratégico de diferenciación, para ello puedes ver el siguiente vídeo: