En este apartado vamos a acabar el tema de política fiscal, hablando del déficit público.
Existe déficit público en una economía cuando ésta gasta más que ingresa, es decir, cuando los gastos públicos son superiores a los ingresos públicos.
A la diferencia entre los ingresos y los gastos públicos se le llama saldo presupuestario, pudiendo encontrarnos con tres situaciones:
- Superávit, donde el gasto público es menor que el ingreso público, es decir con los ingresos públicos hay suficiente para pagar todos los gastos y además se genera un superávit, es decir, un ahorro en la economía.
- Déficit, donde el gasto público es superior a los ingresos públicos y por lo tanto se gasta más que se ingresa y habrá que buscar dinero para cubrir esa diferencia o déficit, por ejemplo, mediante el endeudamiento.
- Equilibrio presupuestario, donde el gasto público es exactamente igual que el ingreso público. Esto situación es muy raro que ocurra.

En la siguiente gráfica se puede observar, la evolución de la diferencia entre los ingresos y gastos públicos de la economía española de 1995 a 2021.

Como vemos, la economía española solo ha tenido superávit en los años previos a la crisis subprime, es decir de 2005 a 2007mos tenido superávit en los años previos a la crisis, es decir, en 2003 al 2007.
Se podría hablar de equilibrio presupuestario en 2004, aunque el dato arroja un déficit déficit de 941 millones de euros, pero aunque parezca una cifra muy grande en términos absolutos, si la comparamos respecto del PIB nos daría un déficit del 0,11% del PIB.
En el resto de años se ha tenido un déficit más o menos acusado, siendo su peor dato a raíz de la pandemia del COVID, en 2020 con -122.900 millones de euros, que se corresponde con un 10,08% del PIB, dato que ha empezado a mejorar en 2021.
TIPOS DE DÉFICIT
Se puede hablar de dos tipos de déficit público:
- El déficit cíclico que aparece en las fases de recesión y desaparece en las fases de crecimiento.
- El déficit estructural, que es un déficit que no depende de la coyuntura económica y que es permanente, es decir, que se mantiene incluso cuando la economía está en crecimiento y cercana al pleno empleo.
En la gráfica siguiente podemos observar que en España ha habido déficit, en años de crecimiento económico, como de 2013 a 2020 aunque el déficit se reduce respecto años anteriores debido a la coyuntura económica. Esto es debido a que el déficit es una combinación tanto del déficit cíclico como del déficit estructural.

Ahora bien, si solamente tenemos en cuenta el déficit estructural, vemos en la siguiente imagen que España tuvo un déficit estructural en 2019 del 4% del PIB y en 2020 se estimó en el 5,6% (Noticia del economista de mayo de 2020), aunque realmente se quedó en el 4,2%.

No obstante, las estimaciones para 2021 sitúan el déficit estructural en el 5,2% como se puede ver en la siguiente noticia del economista de julio de 2021:

Es decir, a fecha de la noticia España cuenta con el peor déficit estructural de todos los países de la zona euro. Esto es debido principalmente a los problemas estructurales de España, que son un alto desempleo, una población muy envejecida y un crecimiento potencial de la economía muy débil.
FINANCIACIÓN DEL DÉFICIT PÚBLICO
Si se gasta más que se ingresa, esos recursos tienen que obtenerse de algún sitio, es decir, el sector público debe conseguir financiación para hacer frente al déficit público.
Esta financiación suele provenir principalmente de la emisión de deuda pública.
Pinchando sobre la siguiente imagen puedes acceder a una infografía interactiva del periódico cinco días, que muestra la evolución de la deuda pública en relación al PIB y pinchando sobre los números te dan información relevante de los distintos periodos de tiempo.

Por ejemplo en la observación 24, nos habla de la deuda pública de 2020, que eleva la cifra de deuda a 1,35 billones de € (120% del PIB), explicando la causa, la pandemia COVID:

Que la deuda pública alcance el 120% del PIB significa que se debe más dinero de los que el país es capaz de producir en un año (PIB), dinero que habrá que ir devolviendo en el futuro unido a los intereses que va generando esta deuda, intereses que suponen un gasto y además generan un efecto exclusión de la inversión privada ya que si se emiten valores de deuda pública habrá inversores que compraran deuda pública y no invertirán en el sector privado.
Otra manera de financiar el déficit público sería mediante el aumento de dinero en circulación, es decir, crear dinero para pagar las deudas. El problema que se puede generar es que si se emite moneda indiscriminadamente y sin relación con el crecimiento económico, se pierde confianza en esa economía, perdiendo valor la moneda (devaluación) y generándose inflación, pudiendo llegar la economía a problemas mucho más graves de los que tenía anteriormente.
Ejemplos de este tipo de financiación del déficit público lo tenemos recientemente en Venezuela, o podríamos hablar del Alemania de después de la Primera Guerra Mundial, volveremos a hablar de estos problemas en el tema dedicado a política monetaria.
Por último, aunque no es una medida propiamente de financiación, sí es una manera de atajar y de luchar contra el déficit público. Sería ajustarse el cinturón, o tomar medidas de austeridad, es decir, o bien reducir los gastos o bien subir los ingresos. Pero tanto una medida como la otra son impopulares. Por lo que los partidos políticos no suelen tomar este tipo de medidas, a no ser que no tengan más remedio, ya que su puesta en práctica suele venir acompañada de la pérdida de votos.
Por último, recordar que ninguna economía puede resolver sus problemas mediante la emisión de deuda pública, llegando un momento en que se tendrán que tomar medidas impopulares. España, por pertenecer a la Unión Europea, ha firmado el Pacto Fiscal Europeo, donde se compromete a que la deuda pública no supere el 60% del PIB y el déficit público no supere el 3% del PIB. Aunque actualmente, debido al COVID, estamos viviendo unas circunstancias excepcionales.
La siguiente imagen resume el tema:

Puedes hacer el siguiente edpuzzle: