A través de la historia el concepto del empresario ha evolucionado hasta el concepto que tenemos hoy en día un empresario profesional que gestiona y dirige la empresa en condiciones de riesgo, siendo un líder para su organización.
En el S. XX ya hay una división clara entre el empresario capitalista o el que aporta los recursos financieros propios, es decir el capital y que espera obtener un rendimiento de ese capital y el empresario profesional que aporta el conocimiento y que es el que gestiona la empresa no teniendo porque ser socio capitalista de la empresa.
Tenemos un antes y un después de Alfred Marshal y su consideración del empresario como cuarto factor de producción.

Si partimos de la primera teoría del empresario, hablamos de Adam Smith en el S. XVIII, que ve al empresario como el propietario de los medios de producción es decir como un empresario capitalista.
Los beneficios que se obtienen en la empresa se deben al capital invertido en ella.
La tarea del empresario consiste en vigilar el adecuado funcionamiento de la empresa y minimizar costes para maximizar el beneficio.
También en el S.XVIII, Richard Cantillon, habla por primera vez del empresario como hombre de negocios, que compra a un precio conocido y vende a un precio desconocido.
Por lo que el empresario va unido a la asunción de riesgos.


A finales del S. XVIII y principios del S. XIX, Jean Baptiste Say, habla del empresario como intermediario, teniendo que ser capaz de afrontar los costes de producción para obtener ganancias con la venta.
El empresario es la persona que toma la responsabilidad, riesgo y dirección de una empresa.
En el S. XIX, John Stuart Mill, nos habla de la remuneración del empresario que debe de tenerla por su dedicación, tiempo y trabajo.


Como antes hemos comentado, es con Alfred Marshal al final del S. XIX, que se empieza a diferenciar entre el empresario capitalista o el que aporta los recursos y que busca obtener un dividendo y el empresario profesional o cuarto factor productivo cuya remuneración se justifica por ser el responsable de la organización y gestión empresarial.
LLegamos al S.XX donde ya hay una diferenciación clara entre el empresario capitalista y profesional, a partir de aquí las distintas teorías del empresario buscan justificar el por qué de su remuneración , considerando al empresario como el gestor de la empresa.

Frank Knight, justifica la aparición de beneficios en la empresa y su atribución al empresario por el riesgo que toma y la gestión de esa incertidumbre
Joseph Schumpeter, considera que el empresario es innovador, realizando los cambios en la empresa que les permiten obtener una posición de privilegio y así obtener beneficio


John Kenneth Galbraith, indica que el propietario de la empresa no tiene el poder de decisión.
Tomando las decisiones un grupo de técnicos y expertos profesionales que llama tecnoestructura.
Para terminar, lo haremos con Warren Gamaliel Bennis, que a finales del S.XX y ya en el S.XXI, nos habla del empresario como un líder y un estratega

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