1.2. I+D, INNOVACIÓN, DIGITALIZACIÓN Y EMPRESA



Para poder competir es necesario buscar la mejora continua de procesos y productos, esto se consigue a través de la inversión en I+D+I (investigación, desarrollo e innovación).

Aquellas empresas que no innovan, es decir que no se preocupan por mejorar se ven abocadas al fracaso, ya que aquellas competidoras que si lo hagan les adelantarán, pudiendo incluso desaparecer del mercado.

Este concepto lo explica muy bien Joseph Schumpeter el cual indica que aquellas empresas que no sean capaces de innovar no sobrevivirán a la competencia del mercado.

Se pueden ver muchas empresas o productos que han ido desapareciendo por no adaptarse a las exigencias del mercado:


Se entiende por innovación según la OCDE:

“la introducción de un nuevo, o significativamente mejorado, producto (bien o servicio), proceso, método de comercialización o modelo organizativo en las prácticas internas de la empresa, la organización del lugar de trabajo o las relaciones exteriores”

Es decir que la innovación puede ser algo totalmente nueva o una mejora significativa de lo ya existente y que no tiene por que ser un producto nuevo sino que puede ser un proceso de producción, comercialización u organización.

Para llegar a este proceso de innovación es necesario investigar y desarrollar (I+D), es decir:

La investigación es la actividad orientada en la adquisición de nuevos conocimientos, si hablamos de investigación básica se puede orientar en cualquier campo del conocimiento, pero si se habla de investigación aplicada se basa en el conocimiento que tengan aplicación directa en la resolución de problemas sociales o aplicación en sectores productivos . Un ejemplo de investigación básica sería una investigación universitaria sobre el color del cielo, y un ejemplo de investigación aplicada sería investigar sobre la cura de una enfermedad.

El desarrollo consiste en probar y testar la investigación aplicada validando su aplicación en el mundo real, por ejemplo el desarrollo de un invento sería el prototipo y su prueba.


Si las fases de investigación y desarrollo tienen éxito y las pruebas son fiables y extrapolables se produce la innovación que es llevar lo desarrollado al mercado.


Para poder competir en la era digital, la mejora continua de procesos y productos a través de la inversión en I+D+I (investigación, desarrollo e innovación) se ha vuelto aún más crucial: La digitalización ha transformado radicalmente el panorama empresarial, ofreciendo nuevas oportunidades y desafíos.

En este contexto, las empresas que no innovan y no se adaptan a la transformación digital corren un riesgo aún mayor de fracaso. La teoría de Joseph Schumpeter sobre la supervivencia de las empresas innovadoras cobra nueva relevancia en la era digital, donde la velocidad del cambio tecnológico es exponencial.

La digitalización ha ampliado el alcance de la innovación definida por la OCDE. Ahora, la innovación incluye también la implementación de nuevas tecnologías digitales en productos, procesos, métodos de comercialización y modelos organizativos. Por ejemplo, la introducción de inteligencia artificial en los procesos productivos o el uso de big data para la toma de decisiones son formas de innovación en la era digital.


En el contexto de la I+D+I digital:

  • La investigación puede centrarse en áreas como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) o la computación cuántica.
  • El desarrollo implica la creación de prototipos digitales, aplicaciones de software o sistemas integrados.
  • La innovación se materializa al implementar estas soluciones digitales en el mercado, transformando productos, servicios o procesos empresariales.

La digitalización ha acelerado el ciclo de innovación, haciendo que la mejora continua sea más rápida y eficiente. Las empresas pueden ahora recopilar y analizar datos en tiempo real, permitiendo una adaptación más ágil a las necesidades del mercado. Además, la transformación digital facilita la colaboración y la innovación abierta, permitiendo a las empresas aprovechar conocimientos y recursos externos de manera más efectiva.

La mejora continua en la era digital también implica la optimización constante de los procesos a través de la automatización y la integración de sistemas inteligentes. Esto no solo aumenta la eficiencia operativa, sino que también permite una mayor personalización de productos y servicios, satisfaciendo mejor las demandas de los consumidores digitales.


TAREA: En el siguiente pdf tienes varios casos donde tienes que decidir si se trata de I+D+i tradicional o digital